Fetiches más populares: ropa interior, cuero y uniformes
Ropa interior, cuero y uniformes lideran entre los fetiches más populares, combinando deseo, estética y roles que encienden la pasión.
![Ropa interior, cuero y uniformes, los fetiches más populares](http://54.163.33.106/wp-content/uploads/2024/12/Los-fetiches-sexuales-mas-comunes-768x512_11zon.jpg)
A no ser que el fetiche condicione la vida sexual del individuo, es decir, que no sea capaz de mantener una relación sexual sin el objeto de deseo, el fetichismo no es un trastorno sexual.
Ropa interior provocativa, juego de roles, juguetes sexuales. En algunos casos, incluso, la combinación de varios muchos son los objetos o partes del cuerpo que pueden ser fetiches sexuales para algunas personas. Pero, ¿sabes qué causa ese deseo?
Según el sexólogo David Ley, los fetiches sexuales son intereses específicos que generan excitación a través de objetos o situaciones particulares.
¿Cuándo se considera un trastorno?
Cuando la excitación sexual depende únicamente del fetiche es cuando puede empezar a considerarse trastorno fetichista en la mayoría de las personas con fetiches no cumplen los criterios para considerar que sufren de un trastorno sexual.
- Las fantasías o impulsos provocan malestar a la persona.
- Existe un deterioro funcional del individuo.
- El fetiche se convierte en algo compulsivo y obligatorio.
- El fetichismo incide muy negativamente en las relaciones de la persona.
- Se convierte en un pensamiento obsesivo.
- Las condiciones anteriores deben presentarse durante, al menos, seis meses.
¿Qué tipos de fetiches sexuales hay?
Podofilia o atracción por los pies
Conocido como podofilia, el fetiche por los pies es la excitación sexual al ver, oler, acariciar, besar o lamer los pies de otra persona.
Asimismo, abarca el estímulo sexual que experimentan algunos al ver vídeos de pies, tomar fotos de pies o estimular los genitales con los pies.
Retifismo o placer asociado a los zapatos
Al igual que otros fetichismos sexuales comunes, el retifismo es una forma común de diversidad sexual. Consiste en la excitación sexual que se obtiene por el contacto o la masturbación con los zapatos, sobre todo si son de mujer.
El placer se obtiene al verlos, tocarlos u olerlos.
Fetichismo de látex o de cuero
La textura, el olor, el color y la sensación al contacto con la piel influyen en que este material se convierta en un objeto de placer sexual. A nivel estético, el látex y el cuero se perciben como sexis y llamativos, ya que se ajustan al cuerpo.
Fetichismo de ropa interior
Con frecuencia, se trata de prendas de lencería, con transparencias y ciertas formas y colores. Abarca desde bragas, hasta sostenes, ligueros, medias, entre otros.
Por otro lado, estas prendas desempeñan un papel importante en la exploración y la expresión de la sexualidad.
Hablar sucio
Esta práctica también se conoce como dirty talk y es un fetichismo sexual en el que cobra relevancia el sentido auditivo. Involucra no solo frases, sino gemidos y susurros todo depende del nivel de confianza y comunicación de la pareja.
Juegos de impacto
Los juegos de impacto son fetiches sexuales muy comunes que tiene relación con el bondage y el sadomasoquismo, ya que implica acciones como dar azotes, latigazos o flagelaciones a la pareja, sea con la mano o un elemento particular (látigos, cinturones, etcétera).
Fetiche de uniformes
Policías, bomberos, pilotos, enfermeras, azafatas la fijación sexual por los uniformes es tan común como variada.
El placer en sí puede surgir del rol asumido, muchas veces porque está vinculado a figuras de poder o autoridad, también porque encajan en dinámicas de control y obediencia.
Las prendas, además, pueden ser visualmente evocadoras o sensuales.
Cuckolding
En los últimos años, la práctica de cuckolding alcanzó bastante popularidad y aceptación su traducción aproximada al español es «meter los cuernos«, aunque no se trata como tal de una infidelidad.
El término refiere a aquellos que sienten excitación sexual al ver u oír que su pareja tiene sexo con otra persona, sea hombre o mujer.
En otros casos, esta práctica induce a una complejidad emocional en la que los celos y la excitación se vuelven el estímulo sexual.
El hecho de que nos excite observar un determinado tipo o color de ropa interior en nuestra pareja es algo normal y puede realmente favorecer las relaciones sexuales si nuestra pareja quiere participar.
Si, por otra parte, consideras que el fetiche se está convirtiendo en un problema, es hora de acudir al especialista que podrá ayudarte a analizar y comprender el origen de su causa.