¿Qué implica estar en UNA RELACIÓN?
Las relaciones de pareja constituyen un elemento fundamental en la vida, y resulta tras coincidir con alguien, en un momento y tiempo muy parecido y exacto, algo que realmente es muy complejo de alcanzar hoy en día. Hallar a una persona que vaya al mismo ritmo en el que pretende llevar la vida, sin embargo el amor de pareja va más allá de ‘sentir mariposas’ en el estómago, este amor involucra compromiso, entendimiento y respeto del espacio individual. Nace de un sentimiento que se construye y se fortalece con el paso del tiempo, en el que se reconoce que la pareja es un ser individual que necesita cumplir metas personales, además de un espacio en el cual comparta con más gente, como seres queridos o compañeros, puesto que nadie le pertenece a nadie. ¿Qué implica estar en UNA RELACIÓN?.
¿Cuáles son las etapas de una relación?
Las relaciones de pareja tienen dos etapas, que se dividen en el enamoramiento y la etapa del amor como tal. La primera es la etapa de la ‘perfección’, en la que todo es muy lindo y bastante afectivo, ya que las áreas cerebrales que se activan son las de las emociones, es así que no podemos ver, ni dejamos ver esos defectos propios del ser humano, nos mostramos como personas muy ideales ante el otro individuo y también lo vemos como un ideal para nosotros; este proceso suele durar de seis meses a un año, en ocasiones incluso dos. Después del enamoramiento surge una crisis al instaurarse el amor como tal, que no todo el mundo la puede sobre llevar o manejar, porque rompe la idealización que se creó de la persona que está junto a ti, para esto, no solo se necesita el amor que decimos sentir a nivel emocional, asimismo se requiere la ‘diferenciación’, que es la madurez con la que las personas asumen el tener una relación.
¿De qué forma se puede construir una pareja?
Según lo que menciona la teoría, para que una relación se construya de forma sana, es necesario tener un buen nivel de intimidad con la pareja, dentro de la esfera sexual es fundamental conectar en todos los sentidos; también es importante contar con un buen nivel de amistad, porque de esta forma se puede confiar en la pareja y hablar de diferentes temas, sin el temor de ser criticado, juzgado o invalidado en cuanto a lo que vives y sientes, debido a que lo que se espera es encontrar aliento y apoyo, sin embargo cuando se omite ciertas situaciones y evitas tener esa relación de amistad con la pareja por miedo o desconfianza, la relación puede tambalear. Por otro lado está, la responsabilidad afectiva que permite reconocer que tan responsable y empático se es con los sentimientos de la pareja; esa es la parte más compleja, puesto que surge el compromiso de ser fiel y leal a esa persona con la que decidiste establecer una relación. Se debe prestar atención, para saber qué es eso que no le hace sentir bien a la pareja, pese a que personalmente se lo perciba normal; es ahí en donde se empieza a trabajar para acoplarse al individuo con el que se intenta construir un amor.
¿Qué es lo que hace que una relación llegue a funcionar?
Cuando la dignidad entra en juego y empieza a ser vulnerada y pisoteada, la relación de pareja deja de funcionar; por lo que es importante que las relaciones generen calma y paz, no es necesario luchar por amor, esforzarse por amor o llorar por amor; el amor no requiere lucha, es un compromiso en donde la pareja asume su rol desde la individualidad, buscando construir diariamente y acoplándose a la persona que se elige de compañera. Para que una relación funcione es necesario un buen nivel de comunicación, saber que se puede hablar y que la otra persona va a escuchar y viceversa, porque estar en pareja implica que todo sea justo para ambos. Para que funcione, se debe identificar que las relaciones no saludables son aquellas que generan intranquilidad, en la que todos los días se pregunta ¿será que hoy me sigue queriendo?, ¿será que me está siendo infiel?; se reprime los pensamientos o creencias, porque se cree que el individuo se va a alterar o molestar. Este tipo de relaciones destruyen la autonomía, porque se abandona a uno mismo para convertirse y rediseñarte a lo que la otra persona quiere. Es imperativo que exista madurez con un buen nivel de diferenciación, que ambos individuos tengan claro lo que requiere cada uno. Además, saber que el ideal del enamoramiento no existe, ya que hay una persona real detrás y que si la quiere como pareja, la tiene que conocer, amar y admirar desde la realidad.