CIUDAD

Desolación por la desgracia

 “Ayer avanzamos a salir con las cosas, pero mis vecinos no, tenían el celular, nos llamaron hasta ayer en la noche, están atrapados en la casa, hoy (27 de marzo) los llamamos de nuevo y ya no respondieron”, contó al borde del llanto Ámbar, que salió con su madre y abuelita de su casa del barrio de Nueva Alausí, entre la desolación por la desgracia.

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Desolación por la desgracia. http://54.163.33.106

Situación. Este albergue fue habilitado hace un mes, hasta antes de la tragedia había disponibles 50 camas, con la posibilidad de ampliar la cobertura, este centro cuenta con duchas y servicios higiénicos, además en el coliseo también habilitaron camas y una cocina.
Sépalo. El polígono de afectaciones estaba delimitado en 247 hectáreas, así sectores como: Nuevo Alausí quedaron tapados por el asentamiento de la montaña, según Susana Llamuca, moradora de los sectores afectados, lugares como: Palte, Control Norte, Pircapamba, la avenida José Antonio Pontón y el barrio Bua quedaron sepultados.

Realidad. En lo que queda de Nuevo Alausí y los sectores aledaños, las familias sacaron presurosos sus pertenencias de las casas, así como es el caso de Marcelo Huilca, que con su familia y sus dos perritos salieron ilesos y solamente rescataron lo necesario entre los escombros.
Calamidad. Muchos se cuestionan por qué no evacuaron, sin embargo, como Marcelo o Patricia Arrieta indicaron, “ahí estaban nuestras cositas y nuestros animalitos”. Otra de las razones fueron los altos precios de arrendamiento de mini departamentos. “Estaban a 200 y 350 dólares”, Arrieta señaló que mucha gente abusó de la situación para especular.

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Partida. En tanto las familias afectadas salen de Alausí y otras buscan salir a Sibambe.

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