Considero que la mano de Dios me salvó

Considero que la mano de Dios me salvó: El amor es la potencia muy grande que Dios nos da; en una ocasión de mi vida estuve a punto de perder mi vida, pero, a través de la presencia de la figura de mi padre, estuve segura que la mano de Dios me permitió salir de la Unidad de Cuidados Intensivos y seguir viviendo, dijo Susana Costales Terán, quien continúa formando en las aulas a las nuevas generaciones de Riobamba, Chimborazo y el país. Susana confía en que Dios extiende la mano a quienes hacen el bien en esta tierra. 

¿Considera que hay vivencias sobrenaturales?

Existe una fuerza, una potencia muy grande, un núcleo que es Dios, y a esa fuerza yo le llamo amor, porque todo es amor, todo lo que se construye, todo lo bueno está relacionado con eso; como católica que somos, descendientes del Todopoderoso.

Nuestra carne tenemos una esencia, una partícula especial que es el espíritu del amor de Dios, entonces, es importante que cultivemos el cuerpo, la mente y el espíritu, que es lo más importante, aunque a veces nos olvidamos la parte más bonita de todo ser humano, es la parte de la herencia del amor de Dios que nos brinda a todos.

¿En cuanto a lo sobrenatural qué nos cuenta?

La relación a las cosas sobrenaturales que pasan he palpado en carne propia muchas cosas y he visto la mano de Dios; en muchas ocasiones he pasado por situaciones muy difíciles: al regresar de los Estados Unidos tuve que hacer una cirugía que cambió mi vida, eso me hizo que me quede en Riobamba,

Entonces, después de tres cirugías terribles, estaba en cuidados intensivos, y para mí era más fácil simplemente dejarme llevar e irme, porque me sentía como un alivio a tanto dolor material y, en esa situación, simplemente yo vi la imagen de mi amado padre, que estaba al lado mío, y eso me dio mucha fuerza y mucho valor y sabía que iba a despertar e iba a continuar viviendo, son cosas que quizá por creencias, o por ese concepto del amor tan grande que no se destruye ni con la muerte, yo ví eso, y a mí me dio mucha fortaleza, y estoy contando lo que sucedió con mi vida. 

¿Hay otras situaciones que comentan las personas sobre las vivencias sobrenaturales?

Hemos escuchado muchísimas cosas que son positivas y muy bonitas, y yo he vivido en carne propia estas situaciones, donde he visto las manos de Dios en ese rato, en decisiones importantes, y cosas así. 

¿Usted es una persona muy creyente?

Desde niña creo mucho en Dios, por eso digo que la mano del Todopoderoso me ha salvado la vida, me ha salvado de muchas cosas malas que estuvieron en mi contra. 

Muchos comentan que sí existen las cosas sobrenaturales…

Hay quienes dicen que han visto reflejos, espíritus y que han escuchado muchas cosas, entonces yo sí creo en eso como energía, la misma que queda encerrada en cada individuo, en el espacio en el que vive.

Díganos, ¿la energía se transforma con el pasar del implacable tiempo?

La energía se transforma, y esa transformación es la que se ve y/o se escucha, y esto podría considerarse como algo sobrenatural que lo llamamos. 

La música es otra actividad que Usted practica, ¿se puede ver o escuchar algo sobrenatural?

Cuando estamos repasando, cantamos con amor y ese canto que nosotros repasamos tiene muchas secuencias, primero tiene la producción artística, la letra, la inspiración de quien lo hizo; entonces, esa fuerza y esa energía es el autor, luego el que pone la música, que es otra forma de energía positiva, es como estar experimentando lo que vivieron los compositores antes de poder reproducir una determinada canción. Generalmente, la música nos transporta conscientemente a otros mundos, donde se experimenta con espíritu y que se lo puede ver desde el alma. 

¿El mundo de las letras anima a las personas que les gusta escribir?

Cuando escribimos lo hacemos lo que el corazón siente, eso se revela en la poesía, entonces no estamos viendo con esos ojos materiales sino con los ojos del alma, estamos observando las cosas que nos pasan en la vida. 

Las personas que escribimos tratamos de hacer algo diferente al común denominador, entonces el instante de la escritura es un momento de elevación, sublime, pues, no es la parte física sino la espiritual.