Dos reos fueron hallados muertos: familias exigen explicaciones
Familiares denuncian que uno de los reos fallecidos presentaba huellas de golpes y quemaduras. Snai busca determinar responsabilidades.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores (Snai) confirmó la muerte de dos presos en la cárcel de Santo Domingo, ambos encontrados sin vida en pabellones de máxima seguridad.
Aunque el suceso fue notificado por el órgano penitenciario el jueves 8 de enero de 2024, las autoridades habrían descubierto a los fallecidos el día anterior.
Posibles causas de las muertes de los reos
Los difuntos fueron identificados como Kelvin B. y Leonardo A., quienes estaban recluidos en los pabellones A y D respectivamente. Aunque el SNAI no proporcionó detalles sobre las circunstancias de las muertes o si estas fueron causadas por otros reclusos, aseguraron que informaron de inmediato el incidente a las autoridades pertinentes.
Familiares de los reos aseguraron al canal local Zaracay que uno de ellos murió en el hospital Gustavo Domínguez y el otro dentro del centro de reclusión. Incluso, señalaron que uno de ellos presentaba golpes por todo el cuerpo y quemaduras en sus partes íntimas, y apuntaron hacia supuestas torturas en las requisas de los militares.
«Cualquier indicio de posible violación a los derechos humanos, obviamente, tiene que ser investigado. Y quien tiene que investigar será la Fiscalía», respondió en una rueda de prensa en Quito el jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela, en referencia a reclamos que también se dan en la Penitenciaria del Litoral y otras cárceles.
Para esclarecer las causas de los decesos, se desplegó personal de Medicina Legal y Criminalística de la Policía Nacional, quienes acudieron a la prisión para llevar a cabo el levantamiento de los cuerpos. Este procedimiento busca determinar las circunstancias que rodearon las muertes de Kelvin y Leonardo.
Contexto
El 2 de febrero de 2024, en el marco del conflicto armado interno decretado por el presidente Daniel Noboa el 9 de enero de 2024 debido a la escalada de violencia en el país, cientos de uniformados realizaron un decomiso de objetos prohibidos en la misma prisión. Durante esta operación se encontraron granadas, fusiles, armas, municiones, drogas y otros artículos ilícitos.
Estas intervenciones forman parte de las medidas tomadas para hacer frente al aumento de la violencia en el país, que ha llevado al gobierno a declarar a 22 grupos delictivos como terroristas y actores no estatales beligerantes. El contexto de tensión y conflicto en el que se desarrollan estos eventos subraya la importancia de mantener la seguridad y el orden en las instituciones penitenciarias.
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