¿La constitución permite a Guillermo Lasso para disolver la Asamblea?
Diversas han sido las reacciones frente al quiebre de las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo. Los movimiento de Guillermo Lasso manifiestan una postura en la que empezará a trabajar sin tomar en cuenta a la Asamblea Nacional. Según el primer mandatario, él no va a a “perder el tiempo enviando proyectos de ley” al Legislativo, si esto resultaría urgente para la sociedad ecuatoriana “que tiene un anhelo: conseguir empleo”. ¿La constitución permite disolver la Asamblea?.
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La última gestión de la Asamblea, es decir, archivar la Ley de Atracción de Inversiones, la dilatación en el tratamiento de la Ley de Comunicación, las reformas a la Ley de Educación Superior, la Ley Tributaria que entró por el Ministerio de la Ley, tras las abstenciones correístas, y la Ley del Uso Progresivo de la Fuerza han provocado que Lasso opte por gobernar a través de decretos y reglamentos. Posturas ciudadanas manifiestan que esta modalidad atentaría contra la democracia, pero la perspectiva, en materia jurídica, manifiesta que Lasso estaría facultado para actuar de esta manera.
¿Qué expectativas rodeaban el triunfo de Lasso en 2021?
Las expectativas eran muy altas. Él se presentaba como uno de los cambios en contraposición del correísmo y toda esta transición que aquí conllevaba, tomando en cuenta el largo período que significó el anterior Gobierno. Pero, al día de hoy, todas esas expectativas -quizás- ya se han ido desinflando, y precisamente porque la gobernabilidad para Lasso se ha vuelto demasiado complicada. Los resultados están tardando en llegar.
El PSC y UNES fueron sus primeros aliados, ¿le habría beneficio mantener aquella alianza?
Era complicado para él. Mantener un acuerdo con el correísmo era la idea de la que él pretendía alejarse. Yo creo -de hecho- que, estratégicamente, pudo haberse aliado y sería lo mejor, pero ideológicamente no. Recordemos que la política es un ejercicio netamente estratégico. Entonces, él habría revertido esa situación en el caso de que hubiera mantenido un diálogo o convenios con el correísmo. Son fuerzas totalmente opuestas, ya que Lasso es conservador. Estratégicamente hubiera sido bueno, ideológicamente entraba en contradicción.
Ahora, ¿qué caminos debería tomar Lasso?
Lasso debería flexibilizarse aún más. Obviamente, él sigue manteniendo el discurso anti-correísta. Sigue manteniendo esa postura cerrada, bajo mi punto de vista. Pretende que, solamente, su ideología deba ser la que impere en su Gobierno. Lo que él debería hacer, tomándolo como estrategia, es cede, tener presente un encuentro entre las fuerzas políticas. Algo que le jugó en contra también fue la diferenciación del mercado petrolero, hablando de la subida del precio de la gasolina.
¿La denuncia de supuesto chantaje llegó en el momento adecuado?
Es un hecho que si las reformas que él estaba planteando hubieran sido aceptadas por la Asamblea, no iba a denunciar. Él, cuando se ve contra las cuerdas, lo que dice es: “está bien, al día de hoy, como no salieron las cosas como yo quería tengo que irme en contra de…”, y éste es un análisis estratégico, porque lo que él hace con estas denuncias es ganarse el favor de la ciudadanía, evidenciando supuestos actos ilícitos de los demás, y ésta es una manera de complacer al pueblo, manifestando la corrupción de otros poderes…
Entonces, ¿es democrática la postura en la que se busca gobernar sin la Asamblea Nacional?
Democrática, como tal, no me parece. Hay que otorgarle esa libertad a aquellos que ejercen la representación en la Asamblea, y precisamente porque son de elección popular, el pueblo los escogió. Ahora, él, constitucionalmente, está amparado para poder hacerlo. Un ejemplo de ello es la muerte cruzada, podría disolver, perfectamente, a la Asamblea. Entiendo que, si se llega a dar, se darán los mecanismos suficientes para poder hacerlo.
¿Cree que se llegará a la muerte cruzada?
No creo, porque todo jugaría, aún más, en contra de él. En un ejercicio de gobernabilidad, por más presidente que seas, se requiere de mucha estrategia, inteligencia, y yo creo que si él llega a ese punto, realmente, se le va a complicar más el panorama; pero, de poder, puede hacerlo. Lo que yo creo es que él, con este discurso de disolver a la Asamblea, busca generar mecanismos de presión, podría ser un tipo de coerción hacia la Asamblea para que ellos digan: “nosotros también debemos ceder”, y se evidencia la pugna de fuerzas, y eso creo que está sucediendo ahora.
¿Qué se ve a futuro?, ¿se alcanzará a cumplir el plan de desarrollo del presente gobierno?
Creo que se va a quedar a medias, quizás logren algunos cambios, pero está lejos de lograrlos todos. Éste será un Gobierno que deberá mucho, y por más que no me identifique con el correísmo ni con el lassismo, hay que tratar de ser objetivo.