Única e insuperable, en tu Día…
Día de la Mujer: Irónico el pensamiento humano que solo destine un día para rendir tributo a un ser sublime al cual se debe honrar, respetar, amar, cuidar y proteger durante toda la vida, por su condición de mujer, madre, hija, hermana, compañera… sin duda, lo más hermoso de la Creación.
Pero, lejos de aquello, pese a la nobleza de la conmemoración, este día más bien se ha constituido en la ocasión para reivindicar derechos, denunciar atrocidades y seguir reclamando por iguales oportunidades, lineamientos que, pese a estar inscritos en cuerpos jurídicos de todo color e ideología, no son más que “letra muerta”, que lo único que hace es causar indignación.
Sin duda, es lamentable dar cuenta de permanentes agresiones y ataques a la honra, la dignidad y a la vida misma, cuyas escalofriantes cifras son expuestas en los diversos foros, paneles o seminarios… que, con motivo del Día Internacional de la Mujer, son expuestos, parece, a “oídos sordos”, sino solo basta ver que pese a existir una ley de paridad, ¿cuál de los binomios presidenciales que tercian por alcanzar el Poder -prometiéndonos mejores días, respeto a las normativas y cumplimiento de las normativas- cuentan con una mujer en su estructura?, lo que denota que la hipocresía social sigue vigente, como de costumbre. Pero no todo es malo, se han registrado ciertos avances -pocos y lentos, pero avances al fin-, los mismos que solo deben constituir el punto de partida hasta la cristalización del tan anhelado cambio.
En todo caso, es de estricta justicia rendir tributo a la divina creación que nos da la vida y nos inspira a superarnos día a día, y la mejor forma de hacerlo es haciéndola saber amada, importante, igual, única, es decir, como siempre debió ser…
